Hace casi un mes atrás, recibimos una noticia en la clase. Habíamos sido electos para llevar a cabo un proyecto, el cual lo denominan “Proyecto Vinculador”. Este consiste en un proyecto con vinculación a la sociedad, en el cual nosotros como estudiantes de diseño gráfico debemos poner en práctica nuestros conocimientos para generar un beneficio a una persona o sector en específico. En este caso, nuestro proyecto denominado, “Caravana de la lectura” consiste, en incentivar a un grupo de niños a crear cuentos con sus respectivas ilustraciones. Lo cual no fue tarea fácil. Se nos pidió que trabajemos con un sector rural de nuestro cantón llamado Las Gilces. Tal vez la fotografía de inicio de esta publicación se torne un tanto graciosa, pero no lo es. En lo absoluto. Es de gran forma preocupante. Estos niños, al llegar a casa, piden orientación de sus padres para realizar las tareas, estos mismos padres autores de estos letreros que adornan la mayor parte de las tiendas del barrio. También me encontré, con una escuela de muy bajos recursos, donde los niños debían compartir el aula con compañeros de otra clase, por falta de infraestructura. Donde los niños no cuentan con áreas verdes, donde los baños podrían ser el escenario perfecto para una escena de terror. Pero además de esto, encontré 15 niños, que me abrazan cada jueves al llegar, estos pequeños que aunque a veces, me inciten a usar otro tono de voz, estos mismos pequeños, me sacan una sonrisa cuando se acercan hacia a mí y me dicen «Mire señorita, aquí la dibuje a usted con su cámara». Estos niños, que desarrollan su vida junto al mar, que juegan al futbol descalzos, que tal vez el medio que los influencia, les guardan en su cerebro historias que no son las mejores para contar, estos mismos niños, también tienen una imaginación sin límites. Una imaginación que no conoce de pobrezas, que no conoce pies descalzos. Estas niñas que fantasean con ser sirenas y estos niños que desean ser los reyes del mar, espero que superen cada obstáculo que se interponga entre sus sueños. Ellos son pequeños gestores de su futuro, pero ¿cómo tejes una manta sin lana ni agujas?. Es una tontería decir que estamos mejorando la educación y erradicando la pobreza, aún existen rincones del Ecuador, que atraviesan situaciones difíciles, que tal vez impiden al progreso de futuras generaciones. Existen obstáculos en la educación, que futuramente se volverán trabas de la vida. Si al fin pude estar de acuerdo con algo, con los directivos de mi universidad, fue con el Proyecto Vinculador destinado a los pequeños de Las Gilces. Si al fin pude estar de acuerdo con un proyecto, es porque estamos incitando a CREAR.
martes, 24 de junio de 2014
Se Vende Volo
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Que manera la mía de ser torpe... Puedo escuchar sonar mi celular, sentir de donde proviene el soni
- Yo, la torpe
- Que manera la mía de ser torpe... Puedo escuchar sonar mi celular, sentir de donde proviene el sonido, pero jamas daré con el, aunque este detrás mio... Mi torpeza me ha echo perder y aprender tanto. En fin, pensé usar mis tontas habilidades para dar nombre a las cosas, haciendo una lista de cosas que me gustan hasta obtener mi nombre para el blog, pero que mejor que ser yo, si ¡YO! La de siempre, la torpe...
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